lunes, 26 de diciembre de 2011

Untitle - Prefacio




                                                                                        UNTITLE                                                                                         
     
PREFACIO


¿Cómo esperar que haga lo correcto cuando todo lo que ha pasado por mi vida ha sido incorrecto? ¿Cómo creer que tomaré mis propias decisiones si todas en el pasado fueron de otros?

      Sin embargo aquí estoy, en medio de una decisión que tomar, Will y Luca me miran expectantes, impacientes, saben que no es fácil, que sólo tengo unos pocos minutos. 


      Unos metros más allá, a un costado de la habitación, se encuentran May y Rose, sentadas una al lado de la otra esperando mi respuesta, ambas parecen perdidas en sus pensamientos, no necesitan saber el resultado que tendrá esta reunión, ellas firmaron su pacto hace mucho, podía confiarles mi vida, me serían fieles hasta el final. 


     Yo, a la par, como creando un segundo plano dentro de mi mente, comienzo a recordar lentamente el por qué me encuentro aquí y la cadena de situaciones que nos llevaron a este momento; y como perdida en un dejavú de mi memoria, los recuerdos brotan y salen a relucir como diminutas llamas de luz entre las tinieblas de algún pequeño bosque encantado.



    Y es que es hasta hace poco que conozco parte de la verdad y puedo ver las cosas con mayor claridad. Mi existencia completa, incluso antes de nacer, estuvo rodeada de una serie de catastróficos accidentes que, indudable e irremediablemente, me apartaron del destino que estaba predestinado para mí, cambiando además, brutalmente, el mundo al que debía pertenecer. 



     Sin duda, mis mayores problemas comenzaron con la llegada de Will al instituto, sin embargo, para ese entonces la situación ya había cambiado bastante y es por esto que si realmente quiero esclarecer la historia completa de lo que me ha sucedido debo remontarme a los tiempos de mi antigua casa, cuando era apenas una niña de 14 años. 



      En ese entonces y desde el momento en que mis padres desaparecieron de la ciudad, huyendo de algo que nadie supo en su momento y del que pocos se enterarían después, se desataron la cadena de circunstancias marcadas en el real destino que estaba escrito para mí; y ahora, en este momento tan inoportuno, comienzo a recordarlos, en un vago intento de aclarar mis ya perturbados pensamientos.

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